El cuerpo de la voz es una serie de retratos sonoros, visuales y poéticos. Un espacio para escuchar las voces de mujeres más allá de su cuerpo físico, de su idioma y su nacionalidad. Una propuesta de intimidad para reflexionar sobre la comunicación y encontrar nuevas formas de mirar y escuchar, un juego para ejercitar lo misterioso y hablar de los lenguajes invisibles.

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Comienza con el registro sonoro de encuentros, donde mujeres de diversos puntos del planeta fueron invitadas a preguntarse sobre su propia voz, a visualizarla y también a improvisar y cantar desde lo más profundo.

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Cada registro se convirtió en una pieza sonora, collages donde el tiempo lineal se quiebra. La voz se repite, se recorta y superpone en un discurso donde ya no importan los significados, las palabras se rompen para hacer presente la esencia que fluye en la voz, que cuenta y canta sus propias historias.

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Cuando se disolvieron las palabras aparecieron otros relatos, tramas que corren paralelas, inadvertidas, tal vez imaginadas, intuidas; no importa, porque se manifestaron con fuerza y se convirtieron en prosa.

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Párrafos cargados de imágenes, de formas y colores que necesitaban materia: así es como termina. La última parte de esta traducción, de este juego, son estas imágenes circulares de cada voz, tan alejadas de la corporalidad de cada mujer, pero cargadas de la esencia que se me fue revelando en cada capa de esta escucha profunda.